20 jul 2015

Consejos a los consagrados.

 25 secretos de combate espiritual que Jesús reveló a Santa Faustina Kowalska.

 

Un verdadero Manual para la batalla contra el maligno.

En Cracovia-Pradnik, el 2 de junio 1938, el Señor Jesús dictó a una joven polaca Hermana de la Misericordia un retiro de tres días. Sor Faustina Kowalska registró minuciosamente las instrucciones de Cristo en su diario que es un manual místico de oración y la Divina Misericordia. 

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Aquí están los secretos que Jesús reveló a su pequeña novia Faustina sobre cómo protegerse de los ataques del diablo. Estas instrucciones se convirtieron en el arma de Faustina en la lucha contra el demonio.

Jesús comenzó las instrucciones diciendo,
“mi hija, quiero enseñarte acerca de la guerra espiritual”

1 – Nunca confíes en ti misma, sino abandónate totalmente a Mi voluntad

La confianza es un arma espiritual. La confianza es parte del escudo de la fe que San Pablo menciona en el capítulo 6 de Efesios: la armadura de Dios. El abandono a la voluntad de Dios es un acto de confianza; la fe en acción disipa los malos espíritus.

2 – En la desolación, la oscuridad y varias dudas, recurre a Mí y a tu director espiritual, él siempre te escuchará en mi nombre

En tiempos de la guerra espiritual, inmediatamente ora a Jesús. Invoca Su Santo Nombre que es temido en el inframundo. Trae las tinieblas a la luz diciéndoselo a un director espiritual o confesor y sigue sus instrucciones.

3 – No negocies con cualquier tentación; enciérrate inmediatamente en Mi Corazón

En el Jardín del Edén, Eva negoció con el diablo y perdió. Tenemos recurrir al refugio del Sagrado Corazón. Recurriendo a Cristo, le damos la espalda a lo demoníaco.

4 – En la primera oportunidad, revela la tentación al confesor

Una buena confesión, un buen confesor, y un buen penitente son una receta para la victoria sobre la tentación y la opresión demoníaca.
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5 – Pon tu amor propio en el último lugar, para que no contamine tus obras

El amor propio es natural, pero debe ser ordenado, libre de orgullo. La humildad vence al diablo que es el orgullo perfecto; satanás nos tienta con el amor propio desordenado que nos hace caer en la piscina de orgullo.

6 – Ten una gran paciencia contigo misma

La paciencia es un arma secreta que nos ayuda a mantener nuestra paz del alma, incluso en las grandes tormentas de la vida. La paciencia con uno mismo es parte de la humildad y la confianza. El diablo nos tienta con la impaciencia, para volvernos contra nosotros mismos, por lo que nos enojamos. Mírate a ti misma desde el punto de vista de Dios. Él es infinitamente paciente.

7 – No descuides las mortificaciones interiores

La Escritura enseña que algunos demonios sólo pueden ser desalojados por la oración y el ayuno. Las mortificaciones interiores son armas de guerra. Pueden ser pequeños sacrificios ofrecidos con gran amor. El poder del amor sacrificial desaloja al enemigo.

8 – Siempre justifícate a ti misma las opiniones de tus superiores y de tu confesor

Cristo está hablando a Santa Faustina que vive en un convento. Pero todos tenemos gente con autoridad sobre nosotros. El diablo pretende dividir y conquistar; la humilde obediencia a la auténtica autoridad es un arma espiritual.

9 – Evita las murmuraciones como una plaga

La lengua es poderosa y puede hacer mucho daño. La murmuración, el chismerío, nunca es de Dios. El diablo es un mentiroso que suscita acusaciones falsas y chismes que pueden matar la reputación de una persona. ¡Evita las murmuraciones!
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10 – Deja a todos actuar como quieran; pero tú tienes que  actuar, como Yo quiero que lo hagas

La mente de uno mismo es clave en la guerra espiritual. El diablo es un entrometido e intenta arrastrar a todo el mundo. Agrada a Dios y deja que las opiniones de los demás se expresen.

11 – Observa las reglas tan fielmente como sea posible

Jesús se refiere a las reglas de una orden religiosa. La mayoría de nosotros hemos hecho algún voto delante de Dios y de la Iglesia y debemos ser fieles a nuestras promesas, es decir, los votos matrimoniales, promesas bautismales. Satanás tienta a la infidelidad, la anarquía y la desobediencia. La fidelidad es un arma para la victoria.

12 – Si alguien te causa problemas, piensa en el bien que puedes hacer por la persona que te hizo sufrir

Ser un recipiente de misericordia divina es un arma para el bien y para derrotar el mal. El diablo trabaja sobre el odio, la ira, la venganza y el rencor. Otros nos han hecho daño en algún momento: ¿Qué bien podemos hacerles a cambio? Volver con una bendición rompe maldiciones.

13 – No descargues tus sentimientos

Un alma habladora será más fácil de ser atacada por el diablo. Descarga tus sentimientos sólo al Señor. Recuerda, los espíritus buenos y malos escuchan lo que dices en voz alta. Los sentimientos son efímeros. La verdad es la brújula. El recogimiento interior es una armadura espiritual.

14 – Calla cuando eres reprendida

La mayoría de nosotros hemos sido reprendidos en algún momento. No tenemos ningún control sobre eso, pero podemos controlar nuestra respuesta. La necesidad de tener la razón todo el tiempo puede conducir a trampas demoníacas. Dios sabe la verdad. Déjalo ir. El silencio es una protección. El diablo puede utilizar la justicia propia para hacernos tropezar también.
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15 – No le pidas la opinión a todos, sino sólo la opinión a tu confesor; se tan franca y sencilla como un niño con él

La simplicidad de la vida puede expulsar a los demonios. La honestidad es un arma para derrotar a satanás, el mentiroso. Cuando mentimos ponemos un pie en su campamento y él va a tratar de seducirnos aún más.

16 – No te desanimes por la ingratitud

Cuando nos encontramos con la ingratitud o la insensibilidad, el espíritu de desánimo puede pesarnos. Resiste todo desaliento porque nunca es de Dios. Es una de las tentaciones más eficaces del diablo. La gratitud en todas las cosas gana el día a día.

17 – No examines con curiosidad los caminos por donde Yo te dirijo

La necesidad de conocer, y la curiosidad por el futuro es una tentación que ha llevado a mucha gente a las trastiendas de los psíquicos, brujas, etc. Elige caminar en la fe. Decide confiar en Dios, que te lleva por el camino al cielo. Resiste al espíritu de curiosidad siempre.

18 – Cuando el aburrimiento y el desánimo golpeen contra tu corazón, huye de ti misma y escóndete en mi corazón

Jesús entrega el mismo mensaje una segunda vez. Ahora Él se refiere al aburrimiento. Más temprano en el diario, dijo a Santa Faustina que el diablo tienta más fácilmente a las almas ociosas. Cuidado con el aburrimiento, un espíritu de letargo o acedia. Las almas ociosas son presa fácil de los demonios.

19 – No temas la lucha; el coraje a menudo intimida a las tentaciones, y ellas no se atreven a atacarnos

El miedo es la segunda táctica más común del diablo (el orgullo la primera). El coraje intimida al diablo, que huirá ante el perseverante valor que se encuentra en Jesús, la roca. Todas las personas luchan, pero Dios es nuestra provisión.
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20 – Siempre lucha con la profunda convicción de que Yo estoy contigo

Jesús instruye a la hermana del convento para “luchar” con convicción. Ella puede hacerlo porque Cristo la acompaña. Los cristianos están llamados a luchar con convicción contra todas las tácticas demoníacas. El diablo trata de aterrorizar a las almas. ¡Resiste al terrorismo demoníaco! Invoca al Espíritu Santo a través del día.

21 – No te dejes guiar por el sentimiento, porque no siempre está bajo tu control; todo el mérito radica en la voluntad

Todo el mérito radica en la voluntad, porque el amor es un acto de voluntad. Somos completamente libres en Cristo. Tenemos que hacer una elección, una decisión hacia el bien o hacia el mal. ¿En qué campamento vives?

22 – Siempre depende de tus superiores, incluso en las cosas más pequeñas

Cristo está instruyendo a una religiosa aquí. Pero, todos tenemos al Señor como nuestro Superior. La dependencia de Dios es un arma de guerra espiritual, porque no podemos ganar por nuestra cuenta. Proclamar la victoria de Cristo sobre el mal es parte del discipulado. Cristo vino a vencer a la muerte y al mal. ¡Clama a Él!

23 – No te engañes con las perspectivas de paz y consuelo; por el contrario, prepárate para las grandes batallas

Santa Faustina sufrió física y espiritualmente. Estaba preparada para grandes batallas por la gracia de Dios que la sostuvo. Cristo nos instruye claramente en las Escrituras para estar preparados para grandes batallas, para ponernos la armadura de Dios y resistir al diablo. Estemos atentos y discernamos siempre.

24 – Comprende que estás en un gran escenario donde todo el cielo y la tierra te están mirando

Estamos todos en un gran escenario donde el cielo y la tierra están mirando. ¿Qué mensaje está dando nuestra vida? ¿Qué irradiamos la luz o la oscuridad o lo gris? ¿La forma en que vivimos atrae más luz o más oscuridad?. Si el diablo no logra tirarnos a la oscuridad tratará de mantenernos en la categoría de los tibios, que no es agradable a Dios.

25 – Lucha como un caballero, así Yo puedo recompensarte. No seas excesivamente temerosa, porque tú no estás sola

Las palabras del Señor a Santa Faustina pueden convertirse en nuestro mantra: ¡Lucha como un caballero! Un caballero de Cristo sabe bien la causa que él lucha, la nobleza de su misión, el Rey a quien sirve, y con aplomo lucha hasta el final, incluso a costa de su vida. Si una joven, sin educación, una simple monja polaca, unida a Cristo, puede luchar como un caballero, todo cristiano puede hacer lo mismo. ¡La confianza es la victoria!.

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